DOI: 10.26820/recimundo/7.(1).enero.2023.207-217
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/1944
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 207-217
Actualización en el manejo del paciente quemado en urgencias
Update on the management of burn patients in the emergency room
Actualização sobre a gestão de pacientes queimados na sala de urgências
Pamela Margoth Gaibor Mestanza
1
; Diego Arturo Curicho Imbacuán
2
; Victor Dario Cajas Tipán
3
; Franklin
Ernesto Roldán Pinargote
4
RECIBIDO: 10/01/2023 ACEPTADO: 10/02/2023 PUBLICADO: 15/03/2023
1. Magíster en Gerencia de Servicios de Salud; Magíster en Emergencias Médicas; Médico; Investigado-
ra Independiente; Quito, Ecuador; pamelagaibor2009@gmail.com; https://orcid.org/0000-0003-4990-
9621
2. Médico; Investigador Independiente; Quito, Ecuador; diegocuricho88@gmail.com; https://orcid.
org/0000-0002-8125-7777
3. Médico; Investigador Independiente; Quito, Ecuador; darioksdc92@hotmail.com; https://orcid.
org/0009-0003-6161-9800
4. Magíster en Gerencia en Instituciones de la Salud; Médico Cirujano; Investigador Independiente; Portovie-
jo, Ecuador; roldan_ernesto@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0002-1417-5421
CORRESPONDENCIA
Pamela Margoth Gaibor Mestanza
pamelagaibor2009@gmail.com
Quito, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
La pérdida de la piel por una quemadura precisará el reemplazo temporal de estas funciones hasta su recu-
peración. La OMS define las quemaduras como un problema de salud mundial, con una prevalencia 7 veces
mayor en países en desarrollo, producidas fundamentalmente en el ámbito doméstico, siendo la prevención la
intervención que más puede reducir la mortalidad. La metodología utilizada para el presente trabajo de inves-
tigación, se enmarca dentro de una revisión bibliográfica de tipo documental. La técnica para la recolección
de datos está constituida por materiales electrónicos, estos últimos como Google Académico, PubMed, Scien-
ce direct, entre otros, apoyándose para ello en el uso de descriptores en ciencias de la salud o terminología
MESH. La información aquí obtenida será revisada para su posterior análisis. El grado de la quemadura es el
que determina el manejo, las quemaduras leves no necesitan un manejo hospitalario, la utilización de cremas
tópicas y analgésicas, ayudan con el manejo del ardor y pueden hidratar la piel, estas quemaduras suelen
resolverse por sí solas en pocos días. Las quemaduras de segundo grado requieren una atención hospitalaria,
con la aplicación de antibióticos tópicos, la sulfadiazina de plata (SSD) y bacitracina, de ser una quemadura
profunda puede requerir colocación de injertos. Las quemaduras de tercer grado son las más graves y pueden
producir morbilidad y mortalidad, su manejo requiere la reposición de líquidos, manejo de vía aérea, respi-
ración y/o ventilación, escarotomía e injertos, entre otros, las quemaduras de este grado pueden llegar a ser
incapacitantes por el grado de las lesiones.
Palabras clave: Injerto, Quemadura, Grado, Piel, Epidermis.
ABSTRACT
Loss of skin from a burn will require temporary replacement of these functions until recovery. The WHO defines
burns as a global health problem, with a prevalence 7 times higher in developing countries, produced mainly in
the domestic environment, with prevention being the intervention that can most reduce mortality. The method-
ology used for this research work is part of a documentary bibliographic review. The data collection technique
is made up of electronic materials, the latter such as Google Scholar, PubMed, Science Direct, among others,
relying on the use of descriptors in health sciences or MESH terminology. The information obtained here will
be reviewed for further analysis. The degree of the burn is what determines the management, mild burns do
not need hospital management, the use of topical and analgesic creams, help with burning management and
can moisturize the skin, these burns usually resolve on their own in a few days. Second degree burns require
hospital care, with the application of topical antibiotics, silver sulfadiazine (SSD) and bacitracin, if it is a deep
burn it may require graft placement. Third degree burns are the most serious and can cause morbidity and
mortality. Their management requires fluid replacement, airway management, breathing and/or ventilation, es-
charotomy and grafts, among others. Burns of this degree can reach be disabling due to the degree of injury.
Keywords: Graft, Burn, Grade, Skin, Epidermis.
RESUMO
A perda de pele de uma queimadura exigirá a substituição temporária destas funções até à recuperação. A
OMS define as queimaduras como um problema de saúde global, com uma prevalência 7 vezes superior nos
países em desenvolvimento, produzido principalmente no ambiente doméstico, sendo a prevenção a inter-
venção que mais pode reduzir a mortalidade. A metodologia utilizada para este trabalho de investigação é
parte de uma revisão bibliográfica documental. A técnica de recolha de dados é composta por materiais elec-
trónicos, estes últimos como Google Scholar, PubMed, Science Direct, entre outros, apoiando-se na utilização
de descritores em ciências da saúde ou terminologia do MESH. A informação aqui obtida será revista para
uma análise mais aprofundada. O grau da queimadura é o que determina a gestão, queimaduras leves não
necessitam de gestão hospitalar, o uso de cremes tópicos e analgésicos, ajudam na gestão da queimadura e
podem hidratar a pele, estas queimaduras normalmente resolvem-se por si só em poucos dias. As queimadu-
ras de segundo grau requerem cuidados hospitalares, com a aplicação de antibióticos tópicos, sulfadiazina
de prata (SSD) e bacitracina, se for uma queimadura profunda pode requerer a colocação de enxertos. As
queimaduras de terceiro grau são as mais graves e podem causar morbilidade e mortalidade. A sua gestão
requer reposição de fluidos, gestão das vias aéreas, respiração e/ou ventilação, escarotomia e enxertos, entre
outros. Queimaduras deste grau podem chegar a ser incapacitantes devido ao grau de lesão.
Palavras-chave: Enxerto, Queimadura, Grau, Pele, Epiderme.
209
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Introducción
La pérdida de la piel por una quemadura
precisará el reemplazo temporal de estas
funciones hasta su recuperación. La OMS
define las quemaduras como un problema
de salud mundial, con una prevalencia 7
veces mayor en países en desarrollo, pro-
ducidas fundamentalmente en el ámbito
doméstico, siendo la prevención la interven-
ción que más puede reducir la mortalidad.
Estos pacientes presentan habitualmente
hipotermia tras sufrir la quemadura y cuan-
do se trasladan a una unidad de quemados
reciben unos cuidados más especializados.
Las quemaduras con una extensión mayor
de 20% de Superficie Corporal Quemada
(SCQ), edad avanzada y otras morbilida-
des aumentan el riesgo de sufrir hipotermia.
(Reinoso Trujillo et al., 2022)
Las quemaduras son una de las más comu-
nes y devastadoras formas de trauma. Se-
gún la OMS son consideradas un problema
de salud pública a nivel mundial, debido a
que conllevan a una gran morbimortalidad,
se calcula que las quemaduras son respon-
sables de aproximadamente 180 000 muer-
tes en el mundo cada año y la gran mayoría
ocurrieron en países con ingreso bajo y me-
diano y casi dos tercios, en las regiones del
África y Sudeste de Asia. Las quemaduras
no fatales son una de las principales causas
de morbilidad, que a su vez incluye hospita-
lización prolongada. En el 2008 se produje-
ron en Estados Unidos de América más de
410 000 lesiones por quemaduras, de las
cuales 40000 demandaron hospitalización.
(Cueva Castro, 2020)
El grado de la lesión depende de la intensi-
dad del efecto del agente y la duración de la
exposición, y puede variar desde una lesión
relativamente menor y superficial hasta pér-
dida extensa y grave de piel. Estas lesiones
representan, por tanto, grave daño biológi-
co, causan importantes alteraciones meta-
bólicas, son propensas a infecciones secun-
darias y dan lugar a graves síndromes de
ACTUALIZACIÓN EN EL MANEJO DEL PACIENTE QUEMADO EN URGENCIAS
desacondicionamiento y sus secuelas pue-
den causar considerables deformidades y
limitaciones funcionales, por lo cual los ser-
vicios de urgencias deben estar preparados
para atender a los pacientes con quemadu-
ras de manera sistematizada y precisa para
evitar errores por omisión que podrían tener
consecuencias negativas en el bienestar del
paciente. (Ferrada et al., n.d.)
Los factores predictivos permiten la estrati-
ficación de pacientes por grupos de riesgo
sobre la base de aspectos como: mortali-
dad, secuelas discapacitantes y grados de
recuperabilidad. Son varios los órganos y
sistemas que están expuestos al riesgo de
entrar en disfunción en pacientes en estado
crítico secundario a las grandes quemadu-
ras. (Moya-Rosa & Moya-Corrales, 2022)
Las quemaduras son el cuarto tipo de trau-
ma más común en todo el mundo, después
de las lesiones por accidente de tráfico, las
caídas y las lesiones causadas por violencia
interpersonal. El National Burn Repository
de 2019 de la American Burn Association
(ABA) informó que las quemaduras por fue-
go y escaldadura siguen siendo las causas
más frecuentes de lesión (40.6% y 31.4%,
respectivamente). Las lesiones por agentes
químicos (3.5%) y eléctricas (3.6%) ocurren
con mucha menor frecuencia. (Marín-Landa
et al., 2022)
El manejo inicial del paciente que sufre una
quemadura de la etiología que fuere se
centra en estabilizar la vía respiratoria y la
circulación. En la evaluación primaria debe
detectar insuficiencia respiratoria, lesión por
inhalación de humo, evaluar el estado car-
diovascular, buscar otras lesiones y deter-
minar la profundidad y el alcance de la que-
madura, además se incluye en este proceso
la transferencia temprana a una unidad de
quemados cuando las lesiones cumplan los
criterios para quemaduras mayores. Todo
esto es indispensable para definir su pro-
nóstico y posterior recuperación. (Jiménez
Benalcázar & Hidalgo Ojeda, 2020)
210
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Metodología
La metodología utilizada para el presente tra-
bajo de investigación, se enmarca dentro de
una revisión bibliográfica de tipo documen-
tal, ya que nos vamos a ocupar de temas
planteados a nivel teórico como es Actuali-
zación en el manejo del paciente quemado
en urgencias. La técnica para la recolec-
ción de datos está constituida por materia-
les electrónicos, estos últimos como Google
Académico, PubMed, Science direct, entre
otros, apoyándose para ello en el uso de
descriptores en ciencias de la salud o termi-
nología MESH. La información aquí obtenida
será revisada para su posterior análisis.
Resultados
Tabla 1. Clasificación de quemaduras según profundidad
Fuente. Adaptado de Efectividad en el manejo inicial de los pacientes quemados atendi-
dos en el Centenario Hospital Miguel Hidalgo durante el periodo del 2014-2019, por Tovar
Cruz, 2021, Universidad Autónoma de Aguascalientes.
GAIBOR MESTANZA, P. M., CURICHO IMBACUÁN, D. A., CAJAS TIPÁN, V. D., & ROLDÁN PINARGOTE, F. E.
211
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Tabla 2. Índice de gravedad
Fuente. Adaptado de Efectividad en el manejo inicial de los pacientes quemados atendi-
dos en el Centenario Hospital Miguel Hidalgo durante el periodo del 2014-2019, por Tovar
Cruz, 2021, Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Etiología de las quemaduras
Quemaduras químicas: Están produ-
cidas por productos químicos como los
ácidos fuertes, productos alcalinos y
compuestos orgánicos. En estas lesio-
nes es fundamental eliminar el producto
químico que cause la quemadura me-
diante agua u otras sustancias depen-
diendo de la causa que genere la lesión.
Quemaduras eléctricas: Se producen
por el contacto eléctrico de bajo voltaje,
menor de 1000V, o de alto voltaje, mayor
de 1000V. Tras el contacto con la electri-
cidad pueden visibilizarse pequeñas le-
siones cutáneas, sin embargo, pueden
existir alteraciones multiorgánicas, no
visibles inicialmente, que se denominan
“fenómeno iceberg”.
Quemaduras radioactivas: Fundamen-
talmente se producen debido a la expo-
sición continua a ondas electromagné-
ticas como, por ejemplo, la solar. Estas
quemaduras no suelen ser muy graves,
sin embargo, la producida por otras
radiaciones más penetrantes pueden
afectar a todo el tejido tisular.
Quemaduras por congelación: Es el
tipo de quemadura producida por el
contacto directo con objetos o medios a
muy bajas temperaturas. Suele afectar a
las partes corporales más periféricas ya
que la circulación sanguínea tiene más
dificultades para llegar a ellas.
Quemaduras térmicas: Se producen,
fundamentalmente, por el contacto di-
recto con objetos o líquidos calientes y
el contacto directo con el fuego o las lla-
mas. La profundidad de la lesión depen-
derá del tiempo de contacto que tenga
la causa de la quemadura con la piel
del afectado. Las quemaduras térmicas
engloban más de un 80% del conjunto
de las quemaduras. En el inicio de las le-
siones térmicas se produce la desnatu-
ralización de las proteínas dérmicas y la
degeneración de la membran plasmáti-
ca. Según las características propias de
la piel ante la quemadura, se pueden di-
ferenciar tres zonas en las quemaduras.
La parte central de la herida se denomi-
na zona de coagulación o necrosis. Es
la zona en la que hay mayor exposición
al calor y mayor degeneración tisular.
(Ovejero de Pablo, 2021)
Criterios de hospitalización
ACTUALIZACIÓN EN EL MANEJO DEL PACIENTE QUEMADO EN URGENCIAS
212
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Ilustración 1. Grados de profundidad. 1: quemadura superficial; 2A: quemadura de
espesor parcial superficial; 2B: quemadura de espesor parcial profundo; 3: quemadura de
espesor total
Fuente: Adaptado de Puntos clave para el abordaje inicial del paciente quemado en el
servicio de urgencias, por Marín-Landa et al., 2022, Revista de Educación e Investigación
en Emergencias.
Quemadura Menor: Extensión del 15%
de SCQ o menos, de 1° o 2° grado en
adultos,10% de SCQ o menos, de 1° o
2° grado en niños y de 2% de SCQ o
menos de 15 3° grado en niños. Quema-
duras en adultos que no afecten ojos,
orejas, cara, mano, pies, pliegues de
flexión, periné y genitales (considerados
y definidos como áreas especiales). En
estas circunstancias el manejo puede
realizarse de forma ambulatoria.
Quemadura Moderada: Extensión de
15-25% de SCQ de 2° grado en adultos,
1020% de SCQ de 2° grado en niños, o
2-10% de SCQ de 3° grado en niños o
adultos que no afecten áreas especia-
les. Este grupo indica tratamiento bajo
hospitalización mínimo en un segundo
nivel de atención.
Quemadura Mayor: Extensión > 25%
de SCQ de 2° grado en adultos, > 20%
de SCQ de 2° grado en niños, o > 10%
de SCQ de 3° grado en niños o adultos.
Están incluidas, todas las quemaduras
en áreas especiales, todas las lesiones
inhalatorias con o sin quemaduras cutá-
neas asociadas, y las quemaduras por
electricidad o por rayo; Quemaduras
con politraumatismo asociado, o quema-
duras de cualquier magnitud en pacien-
tes con falla orgánica; Pacientes de alto
riesgo con quemaduras con patologías
previas graves como diabetes mellitus,
EPOC o Neoplasias con repercusión
sistémica. Este grupo también incluye a
las pacientes embarazadas con quema-
duras extensas y/o profundas, y pacien-
tes psiquiátricos. Este tipo de pacientes
debe ser manejado en instituciones de
segundo o tercer nivel si no cumplen cri-
terios para hospitalización en cuidado
crítico. (Reinoso Trujillo et al., 2022)
Criterios de hospitalización: Unidad Inter-
media de Quemados
1. Pacientes adultos con quemaduras en-
tre el 10-15% de SCQ de segundo grado
profundo y tercer grado.
2. Quemaduras de primer grado con ex-
tensión > 20% de SCQ que presenten
compromiso hemodinámico.
3. Quemaduras con extensión < 10% de
SCQ de segundo grado profundo y ter-
cer grado que comprometan área espe-
cial.
GAIBOR MESTANZA, P. M., CURICHO IMBACUÁN, D. A., CAJAS TIPÁN, V. D., & ROLDÁN PINARGOTE, F. E.
213
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
4. Quemaduras de cualquier extensión de
segundo grado profundo y tercer grado
con menos de 7 días de evolución que
no hayan recibido tratamiento quirúrgico
oportuno.
5. Paciente con quemaduras en cualquier
extensión y/o profundidad en postopera-
torio inmediato por cirugía de urgencia,
principalmente en edad pediátrica.
6. Asociación de una condición social
como abandono, maltrato o sospecha
de maltrato, desplazamiento forzoso,
acciones delictivas, enfermedades psi-
quiátricas o neurológicas que compro-
metan o puedan comprometer su auto-
cuidado.
7. Quemaduras químicas con extensión >
5% de SCQ en segundo y tercer grado
de profundidad.
8. Paciente quemado con sospecha de
infección sistémica que no cumpla con
criterios de UCI.
9. Todo paciente quemado egresado de
UCI. (Reinoso Trujillo et al., 2022)
Manejo inicial de las quemaduras
Atención prehospitalaria
El objetivo de la asistencia prehospitalaria
es detener el proceso de combustión, así
como prevenir posteriores complicacio-
nes y daños secundarios a la quemadura.
La evaluación primaria y la atención inicial
(ABCDE) del paciente quemado en el lu-
gar de la lesión son idénticas a las de otros
traumatismos: reconocer y tratar primero las
lesiones que amenazan la vida. En la aten-
ción inicial se incluye un abordaje seguro
al retirar a la víctima de la fuente de ener-
gía: se debe retirar la ropa y todo material
caliente que pueda agravar la lesión. Es
necesario obtener información importante
en el sitio de atención: causa, mecanismo
y hora de la quemadura, ubicación del in-
cendio (espacio cerrado o abierto), si hubo
explosiones, caídas o trauma asociado, vol-
taje (en lesión eléctrica), agentes químicos
o gases tóxicos involucrados, pérdida del
conocimiento y cualquier tipo de manipula-
ción realizada. Si es posible, se averiguarán
antecedentes de enfermedades o alergias.
Deben minimizarse los retrasos en el trans-
porte a la unidad de atención hospitalaria.
(Marín-Landa et al., 2022)
En las lesiones por corriente eléctrica, el
personal debe asegurarse de que la fuen-
te de energía esté apagada, separar a la
víctima con un material no conductor y per-
manecer sobre una superficie seca durante
el rescate. El enfriamiento de la quemadura
con agua del grifo se recomienda siempre
y cuando no demore el traslado a un hospi-
tal. El método y la duración del enfriamiento
siguen siendo controvertidos; solo se reco-
mienda para quemaduras de menor tamaño
(≤ 5% de SCQ) durante 3 a 5 minutos en los
primeros 30 minutos, lo que alivia el dolor y
puede reducir la profundidad y la extensión
de la lesión. En lesiones de mayor tamaño,
el riesgo de hipotermia supera potencial-
mente este beneficio; la hipotermia reduce
el flujo sanguíneo al área dañada y puede
aumentar la lesión tisular. La aplicación de
hielo o agua helada debe evitarse. (Ma-
rín-Landa et al., 2022)
El ABCDE de la reanimación:
A = Control de la vía área + control de la
columna cervical: El cuidado de la vía aérea
comprende inicialmente maniobras básicas
no invasoras, las cuales consisten en levan-
tar el mentón y protruir el maxilar inferior o
mandíbula protegiendo la columna cervical.
Cuando esto no es suficiente, entonces se
deben aplicar medidas invasoras, inicial-
mente no quirúrgicas; y quirúrgicas cuando
todo lo anterior falla o es insuficiente. Si hay
signos de inhalación o sospecha de que
hubiera existido, el paciente no se puede
quedar solo en ningún momento durante
las siguientes 72 horas debido al riesgo de
obstrucción aguda e inadvertida de la vía
aérea por edema. En efecto, el edema de
la vía aérea alta puede causar obstrucción
ACTUALIZACIÓN EN EL MANEJO DEL PACIENTE QUEMADO EN URGENCIAS
214
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
respiratoria progresiva de evolución muy rá-
pida, y cuando ocurre, la intubación es muy
difícil. Consecuentemente, la intubación ha
de ser precoz y durante el procedimiento se
debe estar preparado para una cricotiroido-
tomía de urgencia. (Ferrada et al., n.d.)
Indicaciones de intubación
1. Edema en laringoscopia inicial
2. Estridor laríngeo
3. Signos de dificultad respiratoria
a. Polipnea con FR >35 por minuto
b. PaO2 < 50 mmHg
c. PaCO2 >50 mmHg
d. Falta de respuesta con FiO2 >0,4
(SpO2 <90%). (Ferrada et al., n.d.)
B = Ventilación – respiración: El trauma
cerrado de tórax es frecuente en los pacien-
tes quemados, en particular cuando se tra-
ta de quemaduras eléctricas por alto volta-
je. En estos casos la quemadura puede dar
lugar a que el lesionado caiga de lo alto y
se fracture el tórax, o que la pared torácica
se fracture directamente por la energía. En
los pacientes con quemaduras producidas
en recintos cerrados existe la posibilidad
de intoxicación por monóxido de carbono
(CO), el cual tiene afinidad por la hemog-
lobina 240 veces superior que el oxígeno.
Además, la disociación es muy lenta: 250
minutos con una fracción inspirada de oxí-
geno (FiO2) de 21% (aire ambiente) y 40
minutos si la FiO2 es 100%. Consecuente-
mente, si hay sospecha de intoxicación por
CO o inhalación, se debe colocar oxígeno,
preferiblemente con máscara y reservorio, a
12 litros por minuto.
C = Circulación + control de la hemorra-
gia: Instalar dos venoclisis por punción en
una extremidad superior no afectada por
quemaduras; preferir la punción a la disec-
ción y tratar de no utilizar una extremidad
inferior para acceso venoso, por el riesgo
de tromboflebitis séptica. En pacientes con
quemaduras superficiales de más del 30%
o profundas de más del 15%, colocar:
Catéter venoso central y control horario
de presión venosa central (PVC).
Catéter vesical y control horario de diu-
resis.
Sonda nasoyeyunal para nutrición.
Sonda nasogástrica para decompre-
sión. Se revalúa a las 24 horas.
Líquidos endovenosos en la siguiente
forma: Lactato de Ringer 2-4 mL/kg de
peso corporal, por porcentaje de super-
ficie quemada. Por encima del 50% se
calcula sobre esa cifra (50%). Se ordena
la mitad para las primeras 8 horas y la
otra mitad para las siguientes 16 horas,
contadas a partir de la hora de la que-
madura, por bomba de infusión preferi-
blemente. La reanimación se hace con
cristaloides, que es más costo-efectivo
que los coloides. Con la medición ho-
raria de diuresis y PVC, ajustar el goteo
de los líquidos endovenosos para que
la diuresis sea de 0,5-1 ml/kg/hora en
adultos y 1 a 2 ml/kg/h de peso en ni-
ños. Si la diuresis es escasa, se ordena
aumentar la frecuencia de infusión hora-
ria. En estos casos, revaluar al paciente
para detectar el motivo del requerimien-
to adicional de líquidos; las causas más
frecuentes son la inhalación, la infección
o el cálculo inicial equivocado, o pacien-
tes con varias horas de quemados o con
quemaduras GIII.
La PVC debe permanecer por debajo de
12 cm. La PVC representa la capacidad
de respuesta del ventrículo derecho. No
existe cifra límite inferior. (Ferrada et al.,
n.d.)
D = Disfunción o déficit neurológico.
E = Exponer y cubrir + evaluación térmica
(hipotermia).
GAIBOR MESTANZA, P. M., CURICHO IMBACUÁN, D. A., CAJAS TIPÁN, V. D., & ROLDÁN PINARGOTE, F. E.
215
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Se deben observar los siguientes aspectos
para sospechar quemadura de la vía aérea:
Presencia de esputo carbonáceo.
Quemadura facial o de vibrisas.
Paciente con agitación, taquipnea, estu-
por, cianosis.
Ronquera o tos.
Edema de naso-oro-faríngeo.
Roncus o sibilancias a la auscultación.
A estos pacientes se les debe administrar
oxígeno al 100% con el fin de evitar la dis-
función pulmonar. Las quemaduras que
afectan la vía área suelen por lo general ser
de dos tipos: Supraglóticas: La mayoría de
las veces son lesiones de origen térmico
que requieren de intubación. Infraglóticas:
Son por lo general de origen químico. Su
fisiopatología está dada por edema, hiper-
secreción y espasmo. Se debe intubar y
ventilar al paciente. No se deben dar corti-
coides. (Ferrada et al., n.d.)
El oxígeno suplementario y la protección de
las vías respiratorias son las piedras angu-
lares del tratamiento para las lesiones por
inhalación. Los pacientes con quemadu-
ras graves a menudo requieren intubación
traqueal. Los broncodilatadores son útiles
cuando existe broncoespasmo presente.
Sin embargo, los corticosteroides se han
asociado con un r riesgo mayor de infec-
ción bacteriana y no deben usarse. (Cueva
Castro, 2020)
Manejo del dolor y la ansiedad: La morfina
IV ha sido la base del tratamiento del dolor
para pacientes con quemaduras significati-
vas; estos pacientes pueden requerir dosis
extremadamente grandes de morfina intrave-
nosa u otros opioides. (Cueva Castro, 2020)
Quimioprolaxis: los pacientes con que-
maduras extensas se consideran inmuno-
deprimidos, puede producirse una coloni-
zación bacteriana del sitio de la escara de
la quemadura, la quemadura también des-
truye la barrera física para la invasión de te-
jidos, lo que permite la propagación de la
bacteria hacia la dermis y a los vasos linfáti-
cos. Una vez que ocurre la invasión, los or-
ganismos pueden proliferar, especialmente
en el tejido necrótico, y pueden invadir los
vasos sanguíneos causando una bacterie-
mia secundaria, debido a ello la profilaxis
contra la infección con antibióticos tópicos
se administra a todos los pacientes con
quemaduras no superficiales.
Antibióticos: los antibióticos tópicos se
aplican a todas las quemaduras no super-
ficiales. Las quemaduras del paciente que
será trasladado inmediatamente a un centro
de quemados se deberán cubrir con ven-
dajes limpios y secos y se aplican antibióti-
cos en el centro de quemados. Los antibió-
ticos tópicos se aplican a quemaduras de
espesor parcial con ampollas intactas y se
debe de continuar la aplicación hasta que
se complete la reepitelizacion de la herida.
Los antibióticos profilácticos intravenosos
(IV) no suelen administrarse.
La sulfadiazina de plata (SSD) es un
antimicrobiano bactericida tópico muy
usado para prevenir la infección en este
tipo de pacientes; debe evitar colocarse
cerca de los ojos o boca en personas
con hipersensibilidad a la sulfonamida
y en mujeres embarazadas, recién naci-
dos y madres lactantes.
La bacitracina: es un buen antibiótico
tópico alternativo en personas con hi-
persensibilidad a la sulfonamida y en
mujeres embarazadas, recién nacidos
y madres lactantes estos individuos.
(Cueva Castro, 2020)
Manejo de heridas: las quemaduras deben
limpiarse, las partes incrustadas de ropa
u otros materiales se eliminan mediante
abundante irrigación. El alquitrán y el as-
falto pueden eliminarse con una mezcla de
agua fría, pero no deben desbridarse. Can-
tidades abundantes de la pomada polyspo-
rina (un compuesto de polimixina-B sulfato
+ bacitracina zinc) aplicada durante varios
ACTUALIZACIÓN EN EL MANEJO DEL PACIENTE QUEMADO EN URGENCIAS
216
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
días disuelve el alquitrán residual. En pa-
cientes con un dolor insoportable además
de los opioides IV, se puede usar anestesia
local o regional antes de iniciar la curación
de la herida. Sin embargo, se debe evitar
la inyección directa en la herida o la aplica-
ción tópica. (Cueva Castro, 2020)
Reanimación hídrica
El objetivo de la reanimación con líquidos
es volver a expandir el volumen intravas-
cular para mantener la perfusión de los
órganos y tejidos; sin embargo, hay que
evitar de igual manera las complicaciones
de una reanimación excesiva. Las vías in-
travenosas se pueden colocar a través del
tejido quemado, para evitar retrasos en la
reanimación o bien cuando no es posible la
canalización en piel no lesionada. Se debe
optar por un catéter de gran calibre, pero
además hay que considerar obtener un ac-
ceso venoso central32,33. Dos determinan-
tes básicas guían la reanimación inicial: el
tamaño de la quemadura y el tamaño de la
persona quemada; cuanto más grande es
una u otra, más líquido se necesitará para
la reanimación. Se han recomendado diver-
sas fórmulas utilizando estas dos variables,
la mayoría con soluciones cristaloides ba-
lanceadas, especialmente Ringer lactato.
(Marín-Landa et al., 2022)
Por consenso, la ABA publicó en 2008 una
declaración que establecía los límites supe-
rior e inferior para el cálculo de los líquidos
a infundir en las primeras 24 horas después
de la lesión. Estos límites derivan de las dos
fórmulas de reanimación más comúnmen-
te aplicadas: Parkland (4 ml/kg/%SCQ) y
Brooke modificada (2 ml/kg/%SCQ), con la
mitad del volumen total a administrar den-
tro de las primeras 8 horas posteriores a la
quemadura y la otra mitad en las siguientes
16 horas. (Marín-Landa et al., 2022)
Otro método para estimar las necesidades
iniciales de líquidos es la «regla de los diez».
El porcentaje de SCQ se multiplica por 10
para obtener la tasa de infusión en ml/h para
pacientes que pesan entre 40 y 80 kg (adul-
tos); se añaden 100 ml a esta tasa por cada
10 kg por encima de 80 kg de peso del pa-
ciente. (Marín-Landa et al., 2022)
Tratamiento quirúrgico
Escarotomía: En los pacientes con que-
maduras dérmicas profundas y de espe-
sor total, la dermis puede volverse rígida
e inflexible formando lo que se conoce
como escara. La escarotomía (incisión
de una escara) puede ser necesaria
para preservar la función respiratoria
o prevenir la isquemia. Las incisiones
de escarotomía se pueden realizar con
electrocauterización que causa menos
sangrado o un bisturí. Las incisiones en
las extremidades deben extenderse a
través de la escara hasta el tejido gra-
so justo debajo, pero no más; la fascia
debe dejarse intacta. Las incisiones
adecuadas deberían mejorar la circula-
ción distal.
Los injertos de piel de espesor parcial
(toma piel de la epidermis y de la dermis)
son versátiles y se usan para reconstruir
grandes áreas de quemaduras y para
proporcionar cobertura para los sitios
de colgajo de donantes. El sitio donan-
te puede provenir de cualquier lugar del
cuerpo (la mayoría de las veces, es una
zona no expuesta como son los glúteos
o la parte interior del muslo). Cuando los
sitios donantes son limitados, la expan-
sión de este tipo de injertos utilizando
técnicas de mallado y la recolección de
sitios donantes sanos permite la cober-
tura de quemaduras de gran superficie.
Los injertos de piel de espesor total
(grueso completo de la piel) proporcio-
nan una apariencia estética más satis-
factoria debido a su flexibilidad y se uti-
lizan en áreas de especial importancia
anatómica y funcional. El uso de susti-
tutos de la piel ha aumentado el núme-
ro de opciones reconstructivas para los
cirujanos de quemaduras. Además, la
calidad, la elasticidad y la flexibilidad
de los injertos de piel dividida se pue-
GAIBOR MESTANZA, P. M., CURICHO IMBACUÁN, D. A., CAJAS TIPÁN, V. D., & ROLDÁN PINARGOTE, F. E.
217
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
den mejorar al complementarlos con un
sustituto cutáneo (dérmico), que agrega
un componente dérmico a la reconstruc-
ción. (Cueva Castro, 2020)
Conclusión
El grado de la quemadura es el que determi-
na el manejo, las quemaduras leves no ne-
cesitan un manejo hospitalario, la utilización
de cremas tópicas y analgésicas, ayudan
con el manejo del ardor y pueden hidratar
la piel, estas quemaduras suelen resolverse
por sí solas en pocos días. Las quemaduras
de segundo grado requieren una atención
hospitalaria, con la aplicación de antibióti-
cos tópicos, la sulfadiazina de plata (SSD) y
bacitracina, de ser una quemadura profun-
da puede requerir colocación de injertos.
Las quemaduras de tercer grado son las
más graves y pueden producir morbilidad
y mortalidad, su manejo requiere la reposi-
ción de líquidos, manejo de vía aérea, res-
piración y/o ventilación, escarotomía e in-
jertos, entre otros, las quemaduras de este
grado pueden llegar a ser incapacitantes
por el grado de las lesiones.
Bibliografía
Cueva Castro, J. Y. (2020). Características clínicas
y epidemiológicas de los pacientes con quema-
duras graves atendidos en el Hospital Nacional
Daniel Alcides Carrión 2016–2019. UNIVERSIDAD
RICARDO PALMA.
Ferrada, R., Tróchez, J. P., & Ayala I, J. (n.d.). Manejo
del paciente quemado. Abordaje inicial de urgen-
cias.
Jiménez Benalcázar, N. M., & Hidalgo Ojeda, A. S.
(2020). Estudio de conocimientos, actitudes y
prácticas sobre el diagnóstico y manejo del pa-
ciente quemado en médicos del Ecuador. PONTI-
FICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR.
Marín-Landa, O. M., Vargas-Torres, E. S., Rojas-Mu-
rillo, T., Díaz-Ramírez, A., Robledo-Madrid, P., &
García-Cubría, C. F. (2022). Puntos clave para
el abordaje inicial del paciente quemado en el
servicio de urgencias. Revista de Educación e
Investigación En Emergencias, 4(2). https://doi.
org/10.24875/REIE.21000236
Moya-Rosa, E. J., & Moya-Corrales, Y. (2022). Com-
plicaciones en los pacientes quemados. Archivo
Médico Camagüey, 26.
Ovejero de Pablo, M. S. (2021). Atención al adulto
gran quemado en el ámbito prehospitalario y ur-
gencias. Universidad de Valladolid.
Reinoso Trujillo, K. A., Herrera Lozada, A. E., Suárez
Concha, E. G., & Pacheco Mena, N. V. (2022). Actua-
lización en el manejo de paciente quemado. RECI-
MUNDO, 6(4), 123–131. https://doi.org/10.26820/
recimundo/6.(4).octubre.2022.123-131
Tovar Cruz, B. E. (2021). Efectividad en el manejo
inicial de los pacientes quemados atendidos en
el Centenario Hospital Miguel Hidalgo durante el
periodo del 2014-2019. Universidad Autónoma de
Aguascalientes.
CITAR ESTE ARTICULO:
Gaibor Mestanza, P. M., Curicho Imbacuán, D. A., Cajas Tipán, V. D., & Rol-
dán Pinargote, F. E. (2023). Actualización en el manejo del paciente quemado
en urgencias. RECIMUNDO, 7(1), 207-217. https://doi.org/10.26820/recimun-
do/7.(1).enero.2023.207-217
ACTUALIZACIÓN EN EL MANEJO DEL PACIENTE QUEMADO EN URGENCIAS