DOI: 10.26820/recimundo/7.(1).enero.2023.415-431
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/1966
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 415-431
Fractura de muñeca en el adulto y edad pediátrica. Diagnóstico,
tratamiento, cuidados postquirúrgicos y rehabilitación
Wrist fracture in adult and pediatric age. Diagnosis, treatment, post-surgical
care and rehabilitation
Fracturas do pulso de adultos e pediátricas. Diagnóstico, tratamento, cuidados
pós-cirúrgicos e reabilitação
José Francisco Zapata Naula
1
; Tránsito de los Angeles Silva Poalacin
2
; Genoveva Carolina Neacato
Iturralde
3
; Daniela Cristina Cárdenas Pérez
4
RECIBIDO: 10/01/2023 ACEPTADO: 26/02/2023 PUBLICADO: 05/04/2023
1. Médico; Investigador Independiente; Huaquillas, Ecuador; josezapata_93@hotmail.com; https://orcid.org/0000-
0002-1289-9944
2. Médico; Investigador Independiente; Ambato, Ecuador; dratransitosilvap@gmail.com; https://orcid.org/0009-
0008-8674-3687
3. Médica Cirujana; Investigadora Independiente; Quito, Ecuador; genito_1402@hotmail.com; https://orcid.org/0009-
0001-8715-5173
4. Máster del Sistema Musculoesquelético; Especialidad Fisioterapia Manual Ortopédica; Pontificia Universidad Católi-
ca del Ecuador; Quito, Ecuador; dccardenasp@puce.edu.ec; https://orcid.org/0000-0003-3378-991X
CORRESPONDENCIA
José Francisco Zapata Naula
josezapata_93@hotmail.com
Huaquillas, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
La muñeca es la articulación que une los huesos del radio y cúbito al carpo, es decir, es el nexo de unión entre el antebrazo
y la mano. Una quebradura de muñeca es una fractura o fisura en uno o más huesos de la muñeca. Se producen cuando
las personas intentan sujetarse durante una caída y cuando caen al suelo con la mano extendida. Las fracturas de muñeca
pueden implicar al extremo inferior de uno o de ambos huesos del antebrazo (cúbito o radio) o, con menos frecuencia, a un
hueso de la base de la mano. Se pretende exponer lo concerniente a la fractura de muñecas, su diagnóstico y procedimien-
tos vinculados a la recuperación. Se presenta una revisión cualitativa de bibliografía, se utiliza como motor de búsqueda
a Google Académico para descubrir a través de la revisión, resumen y análisis la información considerada explicita y sufi-
ciente para construir los resultados que abarcan teórica y prácticamente lo relacionado a la fractura de muñecas en adultos
y niños, su diagnóstico y tratamientos asociados a la recuperación total del trauma. De acuerdo con las características de
los huesos y ligamentos se genera el plan de acción para cada caso clínico. Una vez planeado el tratamiento sea invasivo
o no, los cuidados posteriores son cruciales para alcanzar la recuperación. El manejo de las fracturas de muñeca viene
acompañado de un plan fisioterapéutico. Si se somete a una cirugía, puede comenzar la fisioterapia temprana para evitar
la rigidez de la muñeca. Sin embargo, si no se somete a una cirugía, la mayoría de las veces puede comenzar a mover la
muñeca más tarde para evitar el desplazamiento de la fractura. El proceso completo puede tardar meses o años, algunas
personas tienen rigidez y dolor en la muñeca por el resto de su vida.
Palabras clave: Fractura de Muñeca, Articulación, Cúbito, Radio, Ligamentos.
ABSTRACT
The wrist is the joint that joins the bones of the radius and ulna to the carpus, that is, it is the link between the forearm
and the hand. A broken wrist is a fracture or crack in one or more bones of the wrist. They occur when people try to catch
themselves during a fall and when they fall to the ground with their hands outstretched. Wrist fractures may involve the
lower end of one or both forearm bones (ulna or radius) or, less commonly, a bone at the base of the hand. It is intended to
expose what concerns wrist fractures, their diagnosis and procedures related to recovery. A qualitative review of the bib-
liography is presented, Google Scholar is used as a search engine to discover through the review, summary and analysis
the information considered explicit and sufficient to build the results that cover theoretically and practically what is related
to wrist fractures. in adults and children, its diagnosis and treatments associated with full recovery from trauma. According
to the characteristics of the bones and ligaments, the action plan is generated for each clinical case. Once the treatment is
planned, be it invasive or not, the aftercare is crucial to achieve recovery. The management of wrist fractures is accompa-
nied by a physiotherapeutic plan. If you are having surgery, you can start physical therapy early to prevent wrist stiffness.
However, if you don't have surgery, most of the time you can start moving your wrist later to prevent displacement of the
fracture. The entire process can take months or years, some people have a stiff and painful wrist for the rest of their lives.
Keywords: Wrist Fracture, Joint, Ulna, Radius, Ligaments.
RESUMO
O pulso é a articulação que une o raio e os ossos do ulna ao carpo, ou seja, é a ligação entre o antebraço e a mão. Uma
fractura do pulso é uma fractura ou fissura num ou mais ossos do pulso. Ocorrem quando as pessoas tentam apanhar-se
durante uma queda e quando caem ao chão com a mão estendida. As fracturas do pulso podem envolver a extremida-
de inferior de um ou ambos os ossos do antebraço (ulna ou rádio) ou, menos comumente, um osso na base da mão.
O objectivo é fornecer uma visão geral das fracturas do pulso, o seu diagnóstico e procedimentos relacionados com a
recuperação. É apresentada uma revisão qualitativa da bibliografia, utilizando o Google Scholar como motor de pesquisa
para descobrir, através da revisão, resumo e análise, a informação considerada explícita e suficiente para construir os re-
sultados que teoricamente e na prática cobrem o que está relacionado com as fracturas do punho em adultos e crianças,
o seu diagnóstico e tratamentos associados à recuperação total do trauma. De acordo com as características dos ossos
e ligamentos, é gerado um plano de acção para cada caso clínico. Uma vez planeado o tratamento, invasivo ou não inva-
sivo, os cuidados posteriores são cruciais para alcançar a recuperação. A gestão das fracturas do pulso é acompanhada
por um plano de fisioterapia. Se tiver uma cirurgia, pode iniciar a fisioterapia cedo para evitar a rigidez do pulso. Contudo,
se não for operado, a maior parte do tempo pode começar a mover o pulso mais tarde para evitar a deslocação da fractu-
ra. Todo o processo pode levar meses ou anos, e algumas pessoas têm rigidez e dor no pulso para o resto das suas vidas.
Palavras-chave: Fractura do pulso, articulação, Ulna, Raio, Ligamentos.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Introducción
La muñeca es la articulación que une los
huesos del radio y cúbito al carpo, es de-
cir, es el nexo de unión entre el antebrazo
y la mano. La articulación de la muñeca es,
anatómicamente hablando, una de las más
complejas del sistema musculo-esquelético
entre estructuras óseas, musculares, tendi-
nosas y ligamentosas. Está compuesta por
10 huesos a saber: Radio, Cúbito, Escafoi-
des, Semilunar, Piramidal, Pisiforme, Gan-
choso, Grande, Trapezoide y Trapecio. A su
vez, está compuesta por 4 articulaciones
que trabajan conjuntamente para posibilitar
una gran variedad de movimientos (flexión,
extensión, inclinación cubital o aducción e
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
Ilustración 1. Huesos de la muñeca
Fuente: Muñeca, de Teresa Actma en Icatma, 2022. Disponible en: muñeca-icatMA_me-
jor-con-salud_-unidad-de-mano-codo-y-microcirugía.jpg
inclinación radial o abducción) por los que
podemos realizar buena parte de nuestras
tareas cotidianas. (Actma, 2022)
Las personas más propensas a sufrir una
fractura de muñeca son las que practican
algún deporte como patinaje o las que
padecen de enfermedades en los huesos
como la osteoporosis que hacen las piezas
óseas más delgadas y más frágiles. Una
quebradura de muñeca es una fractura o
fisura en uno o más huesos de la muñeca.
Las lesiones más frecuentes se producen
en la muñeca cuando las personas intentan
sujetarse durante una caída y cuando caen
al suelo con la mano extendida (Mayo Clinic
Foundation , 2022).
Las fracturas de muñeca pueden implicar al
extremo inferior de uno o de ambos huesos
del antebrazo (cúbito o radio) o, con me-
nos frecuencia, a un hueso de la base de la
mano. Las fracturas por lo general implican
al radio. A veces también se fractura el cú-
bito. Estas fracturas se consideran fracturas
de muñeca. (Campagne, 2022)
Como función adecuada del desarrollo psi-
comotor del ser humano, colocar las manos
como mecanismo de defensa ante una caí-
da para la protección a golpes es impor-
tante conocer lo necesario respecto a las
afecciones que se pueden padecer, espe-
cíficamente en la muñeca.
Se pretende exponer lo concerniente a la
fractura de muñecas, su diagnóstico y pro-
cedimientos vinculados a la recuperación
de la salud del paciente que la padece.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Metodología
Se presenta una revisión cualitativa de bi-
bliografía. A través de los mecanismos ac-
tuales de exposición y publicación de docu-
mentos académicos se utiliza como motor
de búsqueda a Google Académico con
descriptores como “fractura de muñeca” y
“fractura en niños” para ir descubriendo a
través de la revisión, resumen y análisis la in-
formación considerada explicita y suficiente
para construir los resultados que abarcan
teórica y prácticamente lo relacionado a las
fractura de muñecas en adultos y niños, su
diagnóstico y tratamientos asociados a la
recuperación total del trauma.
Se considera solo información científica, es
decir, que muestre su aporte con base en el
método científico para, de esta manera, ga-
rantizar que lo expuesto está avalado para
ser expuesto con responsabilidad y credibi-
lidad académica.
Resultados
Una muñeca rota o una fractura de muñeca
es cuando uno o más huesos de la muñeca
están fracturados o rotos. El tipo más co-
mún de fractura de muñeca se denomina
fractura de Colles (o fractura distal del ra-
dio). Este tipo de rotura es una fractura en
el hueso más grande de los dos huesos del
antebrazo. El hueso generalmente se rompe
en el extremo donde conecta con la mano y
el pulgar. Las fracturas de muñeca ocurren
por impacto, ya sea al practicar deporte, te-
ner huesos frágiles (osteoporosis) o caerse.
Es esencial tratar una fractura de muñeca,
ya que al no hacerlo se corre el riesgo de
que los huesos sanen incorrectamente, lo
que puede causar problemas en el futuro.
(Top Doctors INC , 2022)
Las fracturas de la muñeca incluyen
1. Fractura de Colles: la muñeca se fractu-
ra cuando el sujeto se cae sobre la mano
extendida, con la muñeca doblada hacia
atrás. El radio se fractura cerca de la mu-
ñeca, y su extremo se desplaza hacia arri-
ba, hacia la parte posterior de la mano.
2. Fractura de Smith: la muñeca se fractu-
ra cuando el sujeto se cae con la mano
doblada hacia adelante. El extremo roto
del radio se desplaza hacia abajo, hacia
el lado de la palma de la mano. (Cam-
pagne, 2022)
Ilustración 2. Fracturas de la muñeca
Fuente: Tomado de Fracturas de la muñeca de msdmanuals.com, 2022. Disponible en
https://www.msdmanuals.com/es/hogar/traumatismos-y-envenenamientos/fracturas/fractu-
ras-de-la-mu%C3%B1eca
ZAPATA NAULA, J. F., SILVA POALACIN, T. DE LOS A., NEACATO ITURRALDE, G. C., & CÁRDENAS PÉREZ, D. C.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Muchas de las fracturas infantiles son del
mismo tipo que las fracturas de los adultos,
pero en el tejido óseo infantil se presenta una
serie de características en su composición y
en su fisiología que lo diferencian del adulto.
Características propias del hueso infantil
Periostio más grueso y más activo osteo-
génicamente
Periodos de inmovilización más cortos
Hueso más elástico y menos frágil
Presencia de cartílago epifisario y nú-
cleos de osificación
Mayor capacidad de regeneración tisular
Rápida consolidación de fracturas
Retraso de consolidación y pseudoartro-
sis son raros
Modelado de las consolidaciones viciosas
Hipercrecimiento tras la fractura
Presencia de cartílagos de crecimiento
(fisis)
Se pueden utilizar distintos criterios para
clasificar las fracturas infantiles, algunos de
ellos coinciden con las fracturas de los adul-
tos y otros determinan los tipos especiales
de fracturas que se producen en la infancia.
Los factores mencionados contribuyen a
que los niños sufran fracturas característi-
cas del hueso inmaduro. Estas particulari-
dades condicionan que, en la edad infantil,
la respuesta del hueso al traumatismo sea
distinta y que se produzcan tipos de fractu-
ras exclusivos de esta edad.
Fracturas características del hueso inma-
duro
Fracturas ocultas
Fracturas en rodete
ncurvación traumática
Fracturas en “tallo verde”
Fractura avulsión de núcleos de osificación
Fracturas del cartílago de crecimiento
(fracturas fisarias, epifisiolisis)
Fracturas infantiles iguales que en adultos
Fracturas completas
Fracturas abiertas/cerradas
Ilustración 3. Tipos de fracturas infantiles
Fuente: Tomado de Fracturas infantiles más frecuentes. Esguinces y epifisiolisis de Ol-
medo López en Revista Pediatría Integral, 2019.
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Las fracturas de muñeca son muy frecuen-
tes en edad pediátrica, tienden a ser algo
mayor en niños que en niñas y en la ex-
tremidad no dominante. Generalmente, se
producen tras una caída con la mano exten-
dida. Clínicamente, presentan: dolor e infla-
mación a nivel de la muñeca, impotencia
funcional y puede existir también deformi-
dad según el desplazamiento. Representa
casi el 50% de todas las fracturas infantiles.
Alrededor del 80% ocurren a nivel del tercio
distal, cerca de la muñeca; un 15% a nivel
del tercio medio y un 5% a proximal del an-
tebrazo. (López, 2019)
Para el diagnóstico las proyecciones ra-
diográficas habituales son: anteroposterior
y lateral de muñeca, así como radiografías
laterales con una elevación de 15 grados,
para permitirnos una adecuada observa-
ción de la superficie articular. Es importante
tener en cuenta que, a veces, se asocian a
fracturas en otros puntos, como en el codo
o el hombro, que pueden pasar desaperci-
bidas. El diagnóstico se establece median-
te la sospecha clínica, la exploración física
y la realización de radiografías. Estas deben
incluir siempre la articulación del codo y de
la muñeca, para descartar lesiones asocia-
das y, al menos, dos proyecciones (antero-
posterior y lateral). En casos complejos se
tendrá que pensar en solicitar radiografías
de la mano contralateral para poder reali-
zar mediciones adecuadas y descartar pro-
bables deformidades previas. (García Lira,
2011; López, 2019)
La Tomografía axial computada (TAC) y la
resonancia magnética (RM), se han conver-
tido en herramientas indispensables para el
adecuado diagnóstico, tratamiento y pro-
nóstico de las fracturas de muñeca. La TAC
permite la identificación de fragmentos in-
traarticulares que en las radiografías no sería
posible observar y mucho menos diagnos-
ticar, generando sorpresas desagradables
en los procedimientos quirúrgicos. La TAC,
además, permite encontrar lesiones óseas
asociadas del carpo y estructuras de la
mano. La RM ayudará a diagnosticar lesio-
nes de gran conminución en la muñeca y
el carpo, las cuales se pueden asociar con
lesiones de ligamento escafosemilunar, o
demás ligamentos del carpo, así como rup-
turas del complejo fibrocartílago triangular.
(García Lira, 2011)
La artroscopia de muñeca, es utilizada po-
cas veces, para complementar el diagnós-
tico de lesiones articulares y ligamentarias
que no son evidentes en estudios de ima-
gen y que de pasarse por alto incrementa-
rían la morbilidad y la presencia de futuras
complicaciones. La exploración de las es-
tructuras blandas de la muñeca mediante
artroscopia nos permitirá corregirlas con
una mínima morbilidad, así como también,
nos permite valorar en vivo, la calidad de la
reducción que hemos realizado. Hay múlti-
ples estudios en los que recomiendan una
técnica quirúrgica apoyándonos con la ar-
troscopia, donde la posición del paciente es
decúbito supino con la extremidad afectada
al aire con los sujetadores de dedo y rea-
lizar la osteosíntesis en esa posición. Des-
pués de terminar la osteosíntesis se realiza
la artroscopia y se evalúa la calidad de la
reducción y se reparan los posibles daños
que se pudieran encontrar en el complejo
fibrocartílago triangular, así como en los li-
gamentos presentes de la muñeca donde
hay presencia de lesión del ligamento esca-
fo-semilunar. (García Lira, 2011)
ZAPATA NAULA, J. F., SILVA POALACIN, T. DE LOS A., NEACATO ITURRALDE, G. C., & CÁRDENAS PÉREZ, D. C.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Tabla 1. Traumatismo de Muñeca en niños
Fuente. Tomado de Muñeca y Mano traumática de López Toajas, Martínez-Fons Delga-
do, & Alfonso Bravo, 2022.
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Tipos de fractura en edad pediátrica
Se pueden dividir en dos grandes grupos,
en función de si la línea de fractura afecta o
no al cartílago de crecimiento:
Sin afectación de la fisis: se localizan
a nivel metafisario, pueden ser fractu-
ras en rodete, en tallo verde o fracturas
completas.
Con afectación de la fisis (epifisiolisis).
Fracturas en rodete o tipo torus: son fractu-
ras incompletas y estables, no se despla-
zan. Se localizan en la zona metafisaria del
radio y, en ocasiones, también se puede
afectar el cúbito.
Fracturas en tallo verde: son fracturas in-
completas, se rompe una cortical, mientras
que la cortical opuesta se incurva un poco
sin llegar a romperse. La angulación no
suele ser muy importante, menos que cuan-
do se producen a nivel diafisario.
Fracturas metasarias completas: son frac-
turas en las que se afectan ambas cortica-
les a nivel de la metáfisis distal del radio y,
en ocasiones, también del cúbito. La an-
gulación tolerable es mucho mayor que en
adultos, pues suele corregirse con el tiem-
po, debido a la gran capacidad de remode-
lación ósea del niño (que será mayor cuanto
más próxima esté la fractura a la muñeca y
cuanto más pequeño sea el niño). Debido
a esto último, suele ser rara la aparición de
defectos de consolidación (retardo o pseu-
doartrosis) (López, 2019)
Ilustración 4. Fractura epifisiolisis Salter Harrys tipo II: distal de radio pre y post reducción
Fuente: Tomado de Fracturas infantiles más frecuentes. Esguinces y epifisiolisis de Ol-
medo López en Revista Pediatría Integral, 2019.
Clasicaciones
García (2011), indica que es importante re-
visar las diferentes clasificaciones, los mé-
todos para el tratamiento de las mismas y
las complicaciones que se pueden llegar a
presentar agudas y crónicas. Se han desa-
rrollado múltiples clasificaciones, entre ellas:
Clasicación de Frykman: Introducida en
1967, se divide en 8 tipos, el I y II son frac-
turas extraarticulares, los tipos III y IV son
fracturas intraarticulaes que afectan a las ar-
ticulaciones radiocarpianas; los tipos V y VI
son fracturas intraarticulares que afectan la
articulación radiocubital y los tipos VII y VIII
son fracturas intraarticulares que afectan
ZAPATA NAULA, J. F., SILVA POALACIN, T. DE LOS A., NEACATO ITURRALDE, G. C., & CÁRDENAS PÉREZ, D. C.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
tanto la articulación radio carpeana como la
radiocubital. Los tipos de número impar indi-
can además la presencia de una fractura de
la estiloides cubital. La clasificación es útil
para describir las fracturas del radio distal y
evaluar el pronóstico, el tratamiento a mayor
número en el tipo peor pronóstico.
Clasicación de Melone: Basada princi-
palmente en la importancia de la fractura y
el colapso de la carilla medial. Charles P.
Melone, Jr. publicó en 1984 una nueva cla-
sificación, que incluye la observación de
4 componentes 1) Diáfisis, 2) La estiloides
cubital 3) Carilla articular dorsal y medial,
4) Faceta volar y medial. El orden de la cla-
sificación de I al IV depende de la conminu-
ción de la fractura. Esta clasificación es una
de las más completas con relevancia para
la elección el tratamiento y el pronóstico.
Clasicación de la AO: Es importante recal-
car la importancia que ha tenido la AO en el
tratamiento y manejo de las fracturas desde
hace muchos años hasta la fecha y en la
muñeca no es la excepción. Los tres tipos
básicos se subdividen en grupos y subgru-
pos hasta completar 27 subtipos posibles
de fracturas. Resulta difícil memorizarla por
su extensión, sin embargo, es de gran utili-
dad cuando se quieren realizar publicacio-
nes científicas. (págs. 15-16)
Tratamiento
Los pasos fundamentales en el tratamiento
de las fracturas son: la reducción, si está
desplazada, y la inmovilización.
Los objetivos son: el alivio del dolor, una
consolidación correcta y evitar posibles
complicaciones.
1. Atención inicial, en caso de pacientes
politraumatizados o inestables, centrada
en mantener la vía aérea, el estado cir-
culatorio... y atender de forma inmediata
posibles lesiones potencialmente letales
(p. ej.: neumotórax a tensión).
2. Analgesia adecuada al grado de dolor,
administrada por vía oral o parenteral.
Siempre se ha de administrar antes de
cualquier manipulación del foco de frac-
tura.
3. Inmovilización: constituye el pilar básico
del tratamiento del traumatismo periféri-
co. Sus principales objetivos son aliviar el
dolor y evitar posibles complicaciones.
Ante la sospecha de fractura inestable o
con deformidad, se recomienda colocar
una inmovilización provisional. Si no se
palpa pulso distal, está indicado reali-
zar una suave tracción para realinear la
extremidad y descomprimir el paquete
vasculonervioso.
Esta maniobra se realizará bajo sedoanal-
gesia. Una vez que se recupera el pulso,
se coloca la inmovilización provisional.
Si se trata de una fractura abierta, lim-
piaremos la herida, la cubriremos con un
apósito empapado en suero salino y lue-
go colocaremos la inmovilización.
4. Tratamiento definitivo (una vez confirma-
do el diagnóstico): puede ser ortopédico
o quirúrgico. Las fracturas desplazadas
requieren una maniobra de reducción
(bajo sedoanalgesia), previa a la inmovili-
zación. Se debe comprobar la presencia
de pulso distal antes y después de cada
maniobra de reducción. La extremidad
inmovilizada se debe mantener elevada,
vigilando la coloración y temperatura de
los dedos, que deben movilizarse activa
y pasivamente (López, 2019).
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Ilustración 5. Traumatismo muñeca y antebrazo
Fuente: Tomado de Muñeca y Mano traumática de López Toajas, Martínez-Fons Delga-
do, & Alfonso Bravo, 2022.
Las consecuencias clínicas asociadas a las
FDR son la reducción de movilidad de la
muñeca y la fuerza prensil, lo que dificulta
la realización de actividades de la vida dia-
ria (AVD). Por lo tanto, la fisioterapia trata las
lesiones subyacentes a la FDR y pretende
facilitar la recuperación del desempeño en
las AVD (López Toajas, Martínez-Fons Del-
gado, & Alfonso Bravo, 2022).
Los tratamientos pueden incluir:
Reducción cerrada, un procedimiento
para reacomodar (reducir) un hueso roto
sin cirugía.
Una cirugía para insertar clavos y pla-
cas para sujetar sus huesos en su lugar
o reemplazar la parte fracturada con una
pieza de metal ( A.D.A.M., Inc, 2021).
ZAPATA NAULA, J. F., SILVA POALACIN, T. DE LOS A., NEACATO ITURRALDE, G. C., & CÁRDENAS PÉREZ, D. C.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Rehabilitación en fracturas de muñeca
Dentro de los objetivos la rehibilitación está
la disminución del dolor, el edema y el au-
mento del rango de movimiento, puesto que
estos factores generan impacto negativo
sobre la fuerza muscular debido a la inhi-
bición muscular que ocasiona la lesión y
que está mediada por la disminución de la
activación de la musculatura que rodea la
articulación; estos factores llevan al menos-
cabo progresivo de la funcionalidad y, por
ende, de la calidad de vida de estas per-
sonas. La intervención fisioterapéutica en
estos pacientes podría disminuir las com-
plicaciones derivadas de la patología y de
los periodos de inmovilización como rigidez
articular, atrofia muscular, deformidad resi-
dual de la articulación de la muñeca e ines-
tabilidad mediocarpal, entre otras (Moreno,
Gómez, & Rodríguez, 2017).
Se busca impactar en el aumento de la fun-
ción y la calidad de vida; sin embargo, los
objetivos específicos, al igual que las inter-
venciones para alcanzarlos, pueden variar
dependiendo de la fase de reparación de
los tejidos afectados y la etapa de reha-
bilitación y pueden incluir intervenciones
con modalidades físicas y del ejercicio te-
rapéutico, lo que ha generado gran varia-
bilidad en las intervenciones y desenlaces
propuestos en fisioterapia según la fase en
la que se encuentre el paciente (Moreno,
Gómez, & Rodríguez, 2017).
A pesar de la consulta frecuente de estos
pacientes a los servicios de fisioterapia y
el número importante de estudios publica-
dos, la literatura científica no es concluyen-
te sobre las intervenciones que deben ser
incluidas en el tratamiento fisioterapéutico
según la etapa de reparación del tejido y
su efectividad; esto dado que los estudios
poseen limitaciones metodológicas -como
sesgos de selección debido a la no alea-
torización de la población, sesgos de cla-
sificación y sesgos de confusión, no hay un
enmascaramiento del evaluador y se usan
instrumentos de medición sin evaluación de
propiedades psicométricas. Todo lo ante-
rior dificulta el consenso, la validez externa
y la toma de decisiones en el ámbito clínico.
(Moreno, Gómez, & Rodríguez, 2017)
Fisioterapia en la fractura de muñeca
Karina Moran (2017) en su trabajo “Trata-
miento fisioterapeutico en fracturas de mu-
ñecas” realiza un recorrido entre las terapias
aplicables a pacientes que han sufrido frac-
tura de muñeca. Un resumen descriptivo de
estas terapias se refleja a continuación.
Masaje terapéutico
El masaje terapéutico favorece la recupera-
ción de los músculos de la mano, el ante-
brazo y el brazo facilitando la contractilidad
y motilidad de los músculos al ejercer una
acción por vía refleja y mecánica. (Moran
Bazan, 2017)
Efectos siológicos del masaje terapéutico:
Aumenta la temperatura local
Acelera la eliminación de los productos de
desecho o catabólicos Disminuye el dolor
y el espasmo Alivia la fatiga muscular
Mejora la movilidad de unos tejidos so-
bre otros liberando adherencias
Ejerce un efecto psicológico favorable
Aumenta la resistencia muscular para el
trabajo
Aumenta la circulación local por hipere-
mia activa (Moran Bazan, 2017)
Drenaje linfático
Después de un traumatismo agudo, el ede-
ma está compuesto principalmente de agua
y electrolitos. La etapa inflamatoria aguda
del edema, en la mayoría de los casos, dis-
minuye espontáneamente entre el segundo
y día catorce, sin embargo, un porcentaje
de estos pacientes puede progresar a un
estadio subagudo o crónico (más de 3 me-
ses). El manejo del edema en sus primeros
estadios es vital para su control posterior,
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
426
RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
ya que a mediano y largo plazo produce
un deterioro en la movilidad, en la función y
retrasa la reparación tisular, independiente-
mente de factores como el patrón de la frac-
tura, la calidad del hueso, el grado de lesión
de las estructuras periarticulares y el dolor.
Dentro del manejo fisioterapéutico conven-
cional utilizado para reducir el edema, está
el uso de hielo, la elevación y la compresión
del segmento. Al mismo tiempo, la literatura
describe otras modalidades fisioterapéuti-
cas como el drenaje manual linfático simple
y modificado, la movilidad activa, el vendaje
neuromuscular, la electroterapia y la com-
presión neumática. (Moran Bazan, 2017)
Esta técnica sigue los siguientes principios:
Iniciar el tratamiento en la zona proximal
para dejar pasar el líquido procedente
de la zona distal.
Maniobras de presión suave.
La piel no debe enrojecerse.
Movimientos en círculo y repetitivos.
Movimientos dirigidos a los vasos Linfá-
ticos aferentes.
No debe provocar dolor
Crioterapia
Se puede utilizar para controlar la inflama-
ción aguda y acelerar así la recuperación
después de una lesión o un traumatismo.
La disminución de la temperatura del tejido
ralentiza la actividad de las reacciones quí-
micas que se producen durante la respues-
ta inflamatoria aguda y reduce también el
calor, el enrojecimiento, el edema, el dolor
y la pérdida de funcionalidad asociados a
esta fase de la cicatrización de los tejidos.
La crioterapia reduce directamente el calor
asociado a la inflamación al disminuir la tem-
peratura de la zona sobre la cual se aplica.
La disminución del flujo sanguíneo causa-
da por la vasoconstricción, y el aumento de
la viscosidad de la sangre y la disminución
de la permeabilidad capilar asociados a la
crioterapia impiden el movimiento de líqui-
do desde los capilares al líquido intersticial,
controlando así la pérdida de sangre y líqui-
do después de un traumatismo agudo. Se
piensa que en las lesiones de partes blan-
das, la crioterapia previene también en par-
te el daño microvascular al disminuir la ac-
tividad de los leucocitos, los cuales dañan
las paredes de los vasos y aumentan la per-
meabilidad de los capilares. Estos efectos
reducen el enrojecimiento y el edema aso-
ciados a la inflamación. Se considera que
la crioterapia controla el dolor al disminuir
la actividad de las fibras del dolor A-delta y
bloqueándolo a nivel medular. El control del
edema y del dolor asociado a la inflamación
limita la pérdida de funcionalidad que se
produce en esta fase de la cicatrización de
los tejidos. Se recomienda aplicar la criote-
rapia inmediatamente después de que se
produzca la lesión y durante toda la fase in-
flamatoria aguda. (Moran Bazan, 2017)
Termoterapia
La utilización del calor se utilizará para con-
trolar el dolor, aumentar la extensibilidad de
partes blandas y la circulación y acelerar la
cicatrización. No se debe aplicar cuando
la zona aún está en proceso inflamatorio,
a pesar de que la zona pueda estar pre-
sentando dolor para esto se utilizara otros
agentes. (Moran Bazan, 2017)
Aumento del arco de movilidad y disminuir
la rigidez articular
La rigidez articular, la cual es una cualidad
relacionada con la magnitud de la fuerza y
el tiempo requerido para mover una articu-
lación; a medida que disminuye la rigidez
articular, disminuye también la fuerza y el
tiempo necesarios para producir movimien-
to articular. Cuando se usa un agente de ca-
lentamiento para aumentar la extensibilidad
de partes blandas antes del estiramiento, se
debe usar un agente que pueda alcanzar el
tejido acortado. Por tanto, el uso de agentes
superficiales, como bolsas de calor, parafi-
na o lámparas de infrarrojos, está indicado
antes del estiramiento de la piel, músculos
superficiales, articulaciones o aponeurosis,
ZAPATA NAULA, J. F., SILVA POALACIN, T. DE LOS A., NEACATO ITURRALDE, G. C., & CÁRDENAS PÉREZ, D. C.
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mientras que los agentes de calentamiento
profundo, como el ultrasonido o la diater-
mia, se deben utilizar antes del estiramiento
de tejidos más profundos, como cápsulas
articulares, músculos o tendones. (Moran
Bazan, 2017)
Aceleración de la cicatrización
Puede acelerar la cicatrización de los teji-
dos aumentando la circulación y el ritmo de
actividad enzimática y aumentando la dis-
ponibilidad de oxígeno para los tejidos. El
aumento de la circulación acelera el aporte
de sangre a los tejidos, llevando oxígeno
y otros nutrientes y retirando productos de
desecho. La aplicación de cualquier agente
físico que aumente la circulación puede ser
beneficiosa durante las fases proliferativa y
de remodelación del proceso de cicatriza-
ción o cuando haya inflamación crónica. Sin
embargo, ya que el aumento de la circula-
ción puede agravar el edema, la termotera-
pia se debe utilizar con precaución durante
la fase inflamatoria aguda para evitar pro-
longar esta fase y retrasar la cicatrización
(Moran Bazan, 2017).
Parana
Se puede aplicar de forma segura directa-
mente sobre la piel sana. La parafina se utiliza
normalmente para calentar las zonas distales
de las extremidades, porque puede mantener
buen contacto con estas zonas irregulares
muy contorneadas (Moran Bazan, 2017).
Hidroterapia
El agua tiene una serie de propiedades fí-
sicas singulares que hacen que se ajuste
perfectamente a diversas aplicaciones en
rehabilitación. Entre estas propiedades es-
tán un calor específico y una conductividad
térmica relativamente altos y la capacidad
de proporcionar flotabilidad, resistencia y
presión hidrostática al organismo. El agua
puede transferir calor por conducción y
convección y puede, por tanto, utilizarse
como un agente para calentar o enfriar la
superficie cutánea (Moran Bazan, 2017).
Electroterapia
Una de las corrientes que se pueden utili-
zar es e TENS convencional, conocida tam-
bién como TENS de alta frecuencia, utiliza
pulsos de frecuencia más alta y de menor
duración, con una amplitud de corriente su-
ficiente para producir una sensación con-
fortable sin contracciones musculares para
modular el dolor. Entre otros tipos de co-
rriente para manejo de dolor esta la corrien-
te interferencial premodulada, la corriente
diadinámica en modalidad difásica (Moran
Bazan, 2017).
Ultrasonido
Puede aumentar la temperatura de los te-
jidos superficiales y profundos y tiene una
serie de efectos no térmicos. El ultrasoni-
do continuo tiene su efecto máximo sobre
la temperatura de los tejidos; sin embargo,
también ejerce efectos no térmicos. Resul-
ta más apropiado para el calentamiento de
tendones, ligamentos, cápsulas articulares
y aponeurosis sin provocar un calentamien-
to excesivo del tejido adiposo situado por
encima de estos tejidos. El ultrasonido pue-
de ser muy eficaz para la curación de áreas
pequeñas de tejido cicatricial en el músculo
que seguramente absorberán más ultraso-
nido debido a su mayor contenido de colá-
geno. Con una frecuencia de ultrasonido de
3 MHz, en comparación con una frecuencia
de 1 MHz, y en tejidos con un contenido de
colágeno mayor, la profundidad de pene-
tración es menor, aunque la temperatura
máxima alcanzada es más alta. Se consi-
dera que la frecuencia de ultrasonido de
1 MHz es la mejor para calentar tejidos de
hasta 5 cm de profundidad, mientras que
la frecuencia de 3 MHz sería la mejor para
calentar tejidos situados a sólo 1-2 cm de
profundidad (Moran Bazan, 2017).
El ultrasonido puede controlar el dolor al-
terando su transmisión o su percepción o
modificando el cuadro subyacente causan-
te del dolor. Estos efectos pueden ser el re-
sultado de la estimulación de los receptores
cutáneos de la temperatura o del aumento
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
de la extensibilidad de partes blandas cau-
sado por el aumento de la temperatura de
los tejidos, de cambios en la conducción
nerviosa causados por el aumento de la
temperatura de los tejidos o los efectos no
térmicos del ultrasonido, o como resultado
de la modulación e inflamación causadas
por los efectos no térmicos del ultrasonido.
La frecuencia se selecciona en función de
la profundidad del tejido a tratar. Para teji-
dos de hasta 5 cm de profundidad se uti-
lizan frecuencias de 1 MHz, y para tejidos
de entre 1 y 2 cm de profundidad se utilizan
3 MHz. La profundidad de penetración es
menor en tejidos con alto contenido de co-
lágeno (Moran Bazan, 2017).
Ciclo de trabajo
El ciclo de trabajo se selecciona en función
del objetivo del tratamiento. Cuando el ob-
jetivo es aumentar la temperatura se debe
usar un ciclo de trabajo del 100% (conti-
nuo). Cuando se desean obtener sólo los
efectos no térmicos del ultrasonido sin que
se produzca un calentamiento de los tejidos
se debe utilizar ultrasonido pulsátil con un
ciclo de trabajo del 20% o inferior (Moran
Bazan, 2017).
Intensidad
La intensidad se selecciona en función del
objetivo del tratamiento. Cuando el objetivo
es aumentar la temperatura del tejido, el pa-
ciente debe sentir algo de calor a los 2 o 3
minutos de iniciar la aplicación del ultraso-
nido y no debe sentir que aumentan las mo-
lestias en ningún momento durante el tra-
tamiento. Cuando se utilice ultrasonido con
una frecuencia de 1 MHz, una intensidad de
entre 1,5 y 2 W/cm2 producirá generalmen-
te este efecto (Moran Bazan, 2017).
Si se utiliza una frecuencia de 3 MHz ge-
neralmente es suficiente con una intensi-
dad de 0,5 W/cm2. La intensidad más baja
es eficaz con frecuencias altas, porque la
energía es absorbida por un volumen de te-
jido más pequeño y más superficial, dando
lugar a un mayor aumento de temperatura
con la misma intensidad de ultrasonido. La
intensidad se ajusta al alza o a la baja en
función de las sensaciones del paciente.
Se aumenta la intensidad si el paciente no
tiene sensación de calor a los 2 o 3 minu-
tos de iniciar el tratamiento, y se disminu-
ye inmediatamente si el paciente se queja
de molestias. Si hay huesos superficiales
en el área de tratamiento, será necesario
aplicar una intensidad ligeramente inferior
para producir una sensación confortable de
calor, porque el ultrasonido reflejado por el
hueso causa un aumento de temperatura
mayor (Moran Bazan, 2017).
Duración
La duración del tratamiento se selecciona en
función del objetivo del tratamiento, el tama-
ño del área a tratar y el ARE del cabezal del
transductor. Para la mayoría de las aplica-
ciones térmicas o no térmicas, el ultrasonido
se debe aplicar durante 5-10 minutos para
cada área de tratamiento que sea el doble
del ARE del transductor. Cuando el objetivo
del tratamiento es aumentar la temperatura,
la duración del tratamiento debe ajustarse
en función de la frecuencia y de la intensidad
del ultrasonido. En general, se debe aumen-
tar la duración del tratamiento cuando se uti-
lizan intensidades o frecuencias de ultraso-
nido más bajas, cuando se calientan áreas
de un tamaño superior al doble del ARE del
transductor o cuando se desean alcanzar
temperaturas más altas en el tejido. Se debe
disminuir la duración del tratamiento cuando
se utilicen frecuencias o intensidades de ul-
trasonido más altas, cuando las áreas de tra-
tamiento son de un tamaño inferior al doble
del ARE del transductor o cuando se quie-
ran alcanzar temperaturas más bajas en el
tejido. Cuando se utiliza el ultrasonido para
facilitar la consolidación del hueso se reco-
miendan duraciones de tratamiento de entre
15 y 20 minutos (Moran Bazan, 2017).
Láser
La terapia láser mejorar la cicatrización tisu-
lar al promover la producción de colágeno,
así como la producción de ARNm que co-
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
difica procolágeno. Se ha demostrado que
la luz láser roja aumenta la síntesis de colá-
geno y la producción de ARNm, y multiplica
por tres o más la producción de pro colá-
geno. La radiación láser puede modular la
inflamación y se asocia a un aumento de la
concentración de prostaglandina, interleu-
cina 1a e interleucina, y a un descenso de
la concentración de PGE2 y del factor de
necrosis tumoral a (TNF-a). Hay indicios de
que la radiación láser rojo (He-Ne) activa
los linfocitos B y T y aumenta su capacidad
de unión a las bacterias, y que la luz láser
promueve la degranulación de los mastoci-
tos y la síntesis y liberación de mediadores
químicos de proliferación de los fibroblastos
por los macrófagos. La luz láser y LED en el
rango de longitud de onda rojo a IR puede
estimular también la proliferación de distin-
tas células implicadas en la cicatrización
tisular como fibroblastos, queratinocitos y
células endoteliales (Moran Bazan, 2017).
Tratamiento sioterapéutico de acuerdo a
su fase
En el trabajo de Morán (2017) se propone
un plan de trabajo por fases que pude ser
ajustado, como ya se ha mencionado de
acuerdo a las necesidades y características
de cada paciente.
Fase de inmovilización de la muñeca
El tiempo aproximado es de 1 a 3 semanas
1. En esta fase cuando es inmovilizada
la muñeca, el yeso impedirá el drenaje
linfático, por esto se le recomendará al
paciente tener la mano elevada varias
horas al día.
2. Realizar movimientos activos libre de es-
capula, hombro y dedos.
3. Realizar isométricos de hombro, bíceps
y tríceps e isotónicos de hombro y codo.
Fase de postinmovilización
De 3 a 6 semanas.
1. Aun se debe controlar el edema que en
esta fase seguirá apareciendo, pero se
añade un vendaje compresivo desde el
codo hasta los dedos incluyendo el pul-
gar.
2. No se realizará la pronosupinación hasta
que se confirme la consolidación ósea.
3. Cuando se retire la sutura que se aproxi-
ma entre los días 10 y 14 se empezaría
a realizar los ejercicios activos asistidos
de muñeca.
4. Se debe seguir fortaleciendo con ejerci-
cios isométricos e isotónicos de hombro
y codo.
5. En la última semana si no hubo compli-
cación se empezará con los isométricos
e isotónicos de muñeca.
6. Trabajar propiocepción de la zona por
alteración de la sensibilidad.
Fase de recuperación funcional
El tiempo aproximado es de 6 a 8 semanas.
1. Ganar rango articular y potenciar la fuer-
za muscular.
2. Con la confirmación de la consolidación
ósea se empezará a realizar la pronosu-
pinación y las desviaciones.
3. Realizar ejercicios isométricos, isotóni-
cos en zona tenar, hipotenar, lumbrica-
les e interóseos.
4. Trabajar pinza fina.
5. En esta fase podría aparecer los signos
del síndrome del carpo.
Fase de resolución
Tiempo aproximado de 8 a 12 semanas.
1. Hacer masajes terapéuticos para impe-
dir la aparición de contracturas.
2. Realizar movilizaciones activas libres de
toda la extremidad superior.
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN
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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
3. Se podría realizar tracción pasiva al seg-
mento.
4. Realizar isométricos de muñeca.
5. Trabajar propiocepción con texturas y
cargas de peso mínimo.
6. En esta etapa ya se puede incluir a la
extremidad afectada en las actividades
de vida diaria.
Fase nal
Tiempo aproximado de 12 a 14 semanas.
1. El segmento afectado ya puede hacer
ejercicios isométricos e isotónicos y fun-
cionales. (Moran Bazan, 2017)
Conclusiones
Dentro de la investigación se puede ir
concluyendo algunas consideraciones im-
portantes para el manejo de las fracturas
de muñeca, sea en pacientes adultos o
en edad pediátrica, destacando que, de
acuerdo con las características de los hue-
sos y ligamentos se genera el plan de ac-
ción para cada caso clínico, es por ello que
la literatura muestra las distintas formas de
clasificación para el diagnóstico.
Una vez planeado el tratamiento sea inva-
sivo o no, los cuidados posteriores son cru-
ciales para alcanzar la recuperación, como
mínimo procede la inmovilización en donde
será indicada la colocación de una férula
para evitar que su muñeca se mueva y de
acuerdo a la necesidad se indicará al me-
nos durante 3 semanas.
Hacer terapia es parte importante de la recu-
peración completa, es por ello que el manejo
de las fracturas de muñeca viene acompa-
ñado de un plan fisioterapéutico, ejercitar
dedos, codo y hombro puede ser posible
siempre y cuando los movimientos estén au-
torizados por el profesional de salud pues,
forzar alguno de ellos puede influir negativa-
mente en la recuperación total o parcial.
Si se somete a una cirugía, puede comenzar
la fisioterapia temprana para evitar la rigidez
de la muñeca. Sin embargo, si no se somete
a una cirugía, la mayoría de las veces pue-
de comenzar a mover la muñeca más tarde
para evitar el desplazamiento de la fractura.
El proceso completo puede tardar meses o
años, así que la paciencia y el trabajo cons-
tante son parte de las necesidades para el
tratamiento. Algunas personas tienen rigidez
y dolor en la muñeca por el resto de su vida.
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CITAR ESTE ARTICULO:
Zapata Naula, J. F., Silva Poalacin, T. de los A., Neacato Iturralde, G. C., &
Cárdenas Pérez, D. C. (2023). Fractura de muñeca en el adulto y edad pe-
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ro.2023.415-431
FRACTURA DE MUÑECA EN EL ADULTO Y EDAD PEDIÁTRICA. DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CUIDADOS
POSTQUIRÚRGICOS Y REHABILITACIÓN