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RECIMUNDO VOL. 8 N°2 (2024)
Hay que destacar que dentro del aprendi-
zaje autónomo se debe tomar acciones por 
parte del los estudiantes como los facilita-
dores a fin de desarrollar los objetivos pro-
puestos en clase y a su vez el estudiante 
logre las metas planteadas en la construc-
ción, desarrollo de habilidades y competen-
cias. Esto está en consonancia con lo plan-
teado por Aguinaga, Nieto, Fonseca, Flores 
(2019) que cita a De acuerdo a Knowles 
(1975), donde señala lo siguiente:
La persona debe tomar la iniciativa 
en su proceso de aprendizaje, tener 
un diagnóstico de las necesidades de 
aprendizaje con o sin ayuda de terce-
ros, plantear objetivos de aprendizaje, 
identificar los recursos humanos y ma-
teriales que permitan lograr los objeti-
vos, seleccionar e implementar estrate-
gias de aprendizaje ajustadas, realizar 
la autoevaluación de los efectos del 
aprendizaje (p. 78).
Según lo expuesto por el autor, para que 
exista un aprendizaje significativo, el edu-
cado debe tener una serie de acciones cen-
tradas en la motivación y el deseo de apren-
der, donde es necesario que desarrolle la 
constancia y la perseverancia como facto-
res claves para el logro de objetivos acadé-
micos. En consecuencia, la formación del 
educando es integral porque, a través del 
aprendizaje autónomo, se logran desarro-
llar valores tales como la responsabilidad, el 
compromiso y la autogestión de sus proce-
sos educativos, sino también la forma como 
aborda la vida y se relaciona con otros. 
Ahora bien, el aprendizaje autónomo tiene 
tres pilares fundamentales para el desarrollo 
del aprendizaje de los educados, donde ha-
bla de auto observación, los procedimientos 
para el desarrollo del aprendizaje y el compo-
nente de querer aprender. Esto es explicado 
por Aguinaga, Nieto, Fonseca, Flores (2019). 
Según Aebli (2001), explica lo siguiente:
 – El saber involucra conocer el aprendiza-
je propio y es necesaria la autoobserva-
ción. Se trata sobre la metacognición, es 
el saber sobre el saber. No se trata de un 
saber teórico, sino de un saber relativo 
a nosotros; saber acerca de mi proceso 
ideal y real de aprendizaje.
 – El saber hacer implica procedimientos de 
aprendizaje. El objetivo de aprendizaje 
es la auto orientación. El estudiante co-
noce el proceso y tiene la capacidad de 
ejecutarlo, mediante la autoinstrucción.
 – El componente querer refiere a que el es-
tudiante tiene el convencimiento de la uti-
lidad del proceso de aprendizaje y debe 
querer aplicarlo sin que nadie se lo pida y 
cuando nadie lo controla. (p. 158).
El último aspecto a analizar del aprendiza-
je autónomo está dirigido a un proceso de 
autoevaluación y retroalimentación que se 
genera dentro de las aulas de clase, donde 
se les otorga responsabilidad al estudiante 
de su proceso educativo y formativo, permi-
tiendo que estos evalúen sus propios logros 
académicos y los vinculen con el proceso 
de retroalimentación que le proporciona el 
docente facilitador, dando una idea más 
amplia de fortalezas y debilidades, tenien-
do así una compresión de la manera como 
está forjando su aprendizaje.
Un punto importante en el proceso de 
evaluación en el aula es la participación 
de sus compañeros de estudio, donde se 
abren espacios para la democratización del 
aprendizaje, creando espacios para discu-
sión, análisis y un aprendizaje colaborativo. 
Esto es diferente a los métodos tradiciona-
les de evaluación sumativa, donde se les 
colocaba una nota si aprueban un examen 
o una asignación, tornándose un mecanis-
mo menos flexible y participativo.Por su 
parte,  Cruzado (2022) que cita a Pasek y 
Mejía (2017), sostienen que la realidad del 
aula, la evaluación formativa es un proce-
so que ponen en práctica los profesores 
y estudiantes durante el desarrollo de las 
actividades educativas, brinda información 
para reajustar el aprendizaje, así como la 
enseñanza. Es decir, en este proceso se 
identifican errores, determinan las causas 
LANDIVAR WONG, M. G., ARTEAGA ROLANDO, M. A., CAICEDO CHAMBERS, K. M., & PRECIADO MAILA, O. L.