
880 RECIMUNDO VOL. 9 N°2 (2025)
En comparación con estudios realizados
en Ecuador, nuestros hallazgos muestran
cifras superiores a los reportados por Laso
Moreira (18), quien encontró un 33% de
participantes con riesgo moderado o supe-
rior según FINDRISK en una muestra comu-
nitaria. Esta diferencia podría atribuirse a
la naturaleza específica del entorno laboral
académico, caracterizado por jornadas se-
dentarias prolongadas, patrones irregulares
de alimentación y niveles significativos de
estrés laboral, como ha sido documentado
por Villacreses y Ávila (8) en estudios pre-
vios en esta misma institución.
Respecto a los factores antropométricos,
identificamos una prevalencia combinada de
sobrepeso y obesidad (78%) superior a la re-
portada en la población general ecuatoriana
(62,8% según datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos) y a la documentada
por Pratz Andrade et al. (10) en personal uni-
versitario latinoamericano (70,5%). Esta ele-
vada prevalencia podría explicarse por las
características particulares del trabajo aca-
démico señaladas por Valdez-Hernández et
al. (17), quienes identificaron cómo los hora-
rios irregulares, las extensas jornadas fren-
te a computadoras y la cultura alimentaria
dentro de los campus favorecen patrones de
alimentación poco saludables y reducen las
oportunidades para la actividad física.
La elevada prevalencia de obesidad abdomi-
nal (68%) refleja los mecanismos fisiopatoló-
gicos donde la adiposidad visceral juega un
papel central en la fisiopatología de la DM2,
promoviendo la resistencia a la insulina me-
diante la liberación de adipocinas proinflama-
torias y ácidos grasos libres que interfieren
con la señalización insulínica en tejidos peri-
féricos, como ha sido descrito por Toprak et
al. (3) en su investigación sobre mediadores
inflamatorios. Este fenómeno podría verse
exacerbado en el personal docente por patro-
nes conductuales típicos: periodos prolonga-
dos de sedestación, ingesta calórica irregular
condicionada por los horarios académicos y
mayor exposición a alimentos ultraprocesa-
dos disponibles en cafeterías institucionales.
La diferencia en la distribución del riesgo
según sexo (47,5% en hombres vs 26,7%
en mujeres con riesgo moderado o superior)
puede interpretarse desde una perspectiva
de determinantes sociales de la salud. Es-
tudios como el de Palomino-Pérez et al. (19)
han documentado cómo los roles de género
en contextos latinoamericanos influyen dife-
rencialmente en los patrones de actividad
física, elecciones alimentarias y priorización
de la salud preventiva. En nuestra pobla-
ción, el mayor riesgo en hombres coincide
con menor consumo de frutas y verduras
(37,5% vs 65% en mujeres) y mayor pre-
valencia de obesidad (30% vs 8,3%), su-
giriendo la influencia de normas culturales
que podrían favorecer conductas menos
saludables en el grupo masculino, como ha
sido documentado en estudios antropológi-
cos sobre masculinidad y salud en Ecuador.
La relación progresiva entre edad y riesgo
(con pico en el grupo 55-64 años) refleja los
mecanismos fisiológicos del envejecimiento
identificados por Pratz Andrade et al. (10),
donde la disminución de la masa muscular,
los cambios en la composición corporal y la
reducción progresiva de la sensibilidad a la
insulina y la capacidad secretora de células
beta contribuyen al incremento del riesgo
metabólico. Este proceso podría acelerarse
en entornos académicos debido a la natu-
raleza cada vez más sedentaria del trabajo
docente con la digitalización progresiva de
las actividades universitarias, como ha sido
señalado por Villacreses y Ávila (8) en su
análisis de las condiciones laborales univer-
sitarias post-pandemia.
La correlación entre antecedentes fami-
liares y riesgo elevado (61,5% con riesgo
moderado o superior en quienes tienen fa-
miliares directos con diabetes) evidencia la
importante contribución genética en la fisio-
patología de la DM2. Sin embargo, como
señalan Ramos-López et al. (21), esta pre-
disposición genética interactúa con facto-
res ambientales, pudiendo amplificarse en
entornos obesogénicos como los que pue-
den configurarse en espacios universitarios
ALCIVAR LOOR, J. K., CARDENAS SALTOS, K. G. ., & RODRÍGUEZ ANCHUNDIA, L. B.